No es tarde.

Todas las tardes te voy a buscar. Tu no lo recuerdas, por que nunca paso. No estoy loco, déjame que te explique: todas las tardes sueño con irte a buscar. Hace tiempo de esto, sucede desde la tarde después de la noche que te vi en el bar. Y son tantas las ganas, tantos los recuerdos de cosas que jamás pasaron, que comienzo a extrañar lo que mi pobre cabecita imagina.Te cuento: Todas las tardes visto la misma ropa, verás: hasta en mis sueños soy pobre. Vos, en cambio, todos los días me esperas con algo distinto. Lunes, pollera verde, camisita blanca, martes de ropa deportiva (se lo obsesiva que sos con la figura), sábado de entre casa, y así cada día de la semana contrastas con mi pobreza franciscana. De todos modos, Mi conjunto favorito son los jeans gastados y la sonrisa picara que llevas puestos los jueves.