Domingos.

Y ese domingo me diste la mano y caminamos por el costado de la ruta, y nadie nos vio, por que no habia nadie cerca, y su hubiera estado hubiera visto como saltabamos el alambrado e ibamos desapareciendo en ese mar verde y amarillo, que nos tragaba como una boca de girasoles. 
Y en esa boca me distela mano y yo te di un beso, y en ese beso nos fuimos mojando de sudor, de barro, rodeados por esos cuerpos verdes de cabezas amarillas que miraban para otro lado, no querian ver dos personas sucias amandose, girando por la tierra, y la Tierra giraba toda, y en ese giro nos llevaba, o nos queria llevar a otro punto, pero nosotros nos habiamos ido hace cinco minutos a otro mundo, ese mundo que dibujabamos entre semana, entre mates y apuntes, entre calles grises y monotonas, extrañandonos y comiendonos por telefono.
Y asi esa tarde visitamos ese mundo que hicimos para nosotros dos, ese mundo perfecto en donde el mar era amarillo y verde, y los dos viviamos en la puerta de al lado, y los telefonos no eran necesarios, y las rutas tampoco, y tampoco eso que aparecio ese domingo, eso que se llama olvido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por comentar =)

FEEDJIT Live Traffic Feed