Cuando te visito.

Algunas noches, me siento al lado tuyo, a mirar como dormis despeinada. Si hace mucho frío te alcanzo la frazada que se te cae, por que sos tan inquieta para dormir. Te abrazo un ratito, te doy un besito y me voy por donde vine.

Otras veces mientras te duchas me llevo la toalla a la pieza, solo para escucharte rezongar. O te escondo las medias, o la bufanda. O te cambio de lugar la bolsa de agua caliente. Eso te saca de quicio.

A veces me porto bien, y te ayudo a buscar cosas que se te cayeron, o te alcanzo la toalla cuando si te la olvidas arriba de la cama.

Me encanta cuando recien te levantas, con toda la cara de dormida, no entendes nada. Caminas de un lado al otro con el cepillo de dientes, con los piecitos apurados. Pero lo que mas me gusta es sentarme con vos y el sol de la mañana mientras desayunas un te-ci-to rápido antes de salir o de ponerte a leer. Sentada frente a la tele, es un segundo hermoso, miras la taza, miras la ventana, y un segundo me miras, me sonreís, y a veces me ves, justo antes de que suene el timbre y me tenga que ir.